Definición de Backlog de Mantenimiento: ¿Qué es?, ¿Cómo Calcularlo y Cómo Reducirlo?

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El mantenimiento de activos es clave para garantizar la continuidad operativa y la seguridad en cualquier empresa. Sin embargo, en la práctica es común que las tareas se acumulen y queden pendientes de ejecución. A ese volumen de trabajo sin atender es a lo que llamamos backlog de mantenimiento. Comprender con claridad la definición de backlog de mantenimiento, saber cómo calcularlo y contar con estrategias para reducirlo es fundamental para evitar paradas imprevistas, sobrecostos y pérdida de productividad.

En este artículo, te explicamos qué es exactamente el backlog, cómo medirlo de forma práctica y qué acciones puedes implementar para mantenerlo bajo control y optimizar la gestión de activos.

¿Qué es el backlog de mantenimiento?

Si buscamos una definición de backlog de mantenimiento sencilla y operativa, podríamos decir que es el conjunto de tareas de mantenimiento que ya deberían haberse realizado, pero que siguen pendientes. Incluye actividades:

  • Preventivas (tareas programadas que no se ejecutaron a tiempo).
  • Correctivas (reparaciones que se posponen por falta de recursos, repuestos o tiempo).
  • Incluso mejoras o inspecciones recomendadas que todavía no se han llevado a cabo.

Un backlog moderado es normal: siempre habrá trabajos programados para la próxima semana o mes. El problema aparece cuando el volumen de tareas pendientes crece más rápido que la capacidad del equipo para ejecutarlas. En ese punto, el backlog se convierte en una señal de alerta: está indicando que la organización no está logrando mantener el ritmo de mantenimiento que sus activos requieren.

¿Por qué es tan importante controlar el backlog?

Un backlog de mantenimiento descontrolado no es solo una lista larga de tareas; es un riesgo operativo. Sus principales consecuencias son:

  • Mayor probabilidad de fallas inesperadas: si las inspecciones y ajustes preventivos se retrasan, aumentan las averías.
  • Paradas no programadas y pérdida de producción: las fallas críticas suelen ocurrir en los peores momentos, afectando entregas y compromisos comerciales.
  • Costos correctivos más altos: reparar de emergencia suele ser más caro que intervenir de forma planificada.
  • Estrés en el equipo de mantenimiento: trabajar siempre “apagando incendios” afecta el clima laboral y la calidad del servicio.

Por el contrario, un backlog saludable y controlado indica que la empresa está ejecutando las tareas de mantenimiento en tiempo razonable, prolongando la vida útil de los activos y manteniendo los riesgos en niveles aceptables.

¿Cómo calcular el backlog de mantenimiento?

Medir el backlog de forma objetiva es el primer paso para gestionarlo. No basta con decir “tenemos mucho trabajo acumulado”; es necesario traducirlo a números claros que permitan tomar decisiones.

1. Backlog en horas o semanas de trabajo

Una forma muy utilizada es expresar el backlog como el número de horas (o semanas) de trabajo que se requieren para ejecutar todas las tareas pendientes, considerando la capacidad real del equipo.

Fórmula básica en días o semanas:

Backlog (en semanas) = Horas de trabajo pendientes / Horas de trabajo disponibles por semana

Pasos para calcularlo:

  1. Identificar todas las tareas pendientes: Incluye órdenes de trabajo abiertas, preventivos vencidos y trabajos recomendados aún no planificados.
  2. Estimar la duración de cada tarea: Asigna a cada trabajo una duración estimada en horas (por ejemplo, 2 h, 4 h, 8 h).
  3. Sumar las horas de trabajo pendientes: Totaliza las horas de todas las tareas aún no realizadas.
  4. Calcular la capacidad semanal disponible: Considera solo las horas efectivas de mantenimiento del equipo (descuenta reuniones, formación, tareas administrativas, etc.).
  5. Aplicar la fórmula: Divide las horas pendientes entre las horas disponibles por semana.

Ejemplo práctico
Supongamos que:

  • Tienes 80 horas de trabajo pendientes.
  • Tu equipo de mantenimiento dispone de 40 horas efectivas a la semana.

Entonces:

Backlog = 80 / 40 = 2 semanas

Esto significa que, si no entrara ningún trabajo nuevo, el equipo necesitaría dos semanas para ponerse al día con todo lo que está pendiente.

2. Backlog en número de tareas

Otra forma simple de medirlo es contar el número total de órdenes de trabajo abiertas:

Backlog (en tareas) = Número total de tareas de mantenimiento pendientes

Esta métrica es útil para tener una visión rápida, pero puede ser engañosa si no se considera el esfuerzo asociado a cada tarea. Por ejemplo, no es lo mismo tener 10 tareas de 1 hora que 10 tareas de 16 horas. Por eso, lo ideal es combinar el conteo de tareas con la medición en horas o semanas.

¿Qué es un backlog “saludable”?

No existe una cifra única válida para todas las empresas; el nivel aceptable depende del tipo de industria, del tamaño del equipo y de la criticidad de los activos. Sin embargo, muchas organizaciones consideran razonable un backlog de entre 2 y 4 semanas de trabajo, siempre que:

  • Las tareas críticas se atiendan con prioridad.
  • El backlog no muestre una tendencia creciente constante.

Si el cálculo indica, por ejemplo, 8 o 10 semanas de backlog, es una señal clara de que la capacidad actual de mantenimiento no es suficiente o que la planificación no está siendo efectiva.

Estrategias para reducir el backlog de mantenimiento

Una vez que comprendes la definición de backlog de mantenimiento y sabes cómo medirlo, el siguiente paso es aplicar estrategias concretas para reducirlo y mantenerlo en niveles adecuados.

1. Implementar un CMMS eficiente

Un CMMS (Computerized Maintenance Management System) es una herramienta fundamental para:

  • Registrar todas las órdenes de trabajo.
  • Priorizar tareas según criticidad.
  • Programar mantenimientos preventivos.
  • Visualizar el backlog en tiempo real.

2. Priorizar según criticidad y riesgo

No todas las tareas de mantenimiento tienen el mismo impacto. Para reducir el backlog de forma inteligente, es clave priorizar:

  1. Trabajos que afectan la seguridad.
  2. Tareas que impactan directamente la producción o equipos críticos.
  3. Actividades cuya postergación incrementa significativamente el riesgo de fallo.

Trabajar con una matriz de criticidad y con niveles de prioridad definidos (alta, media, baja) ayuda a que el equipo se enfoque primero en lo que realmente protege la operación.

3. Optimizar recursos y capacidades

Un backlog elevado puede revelar que la capacidad del equipo no es suficiente para la carga de trabajo. Algunas acciones posibles son:

  • Reajustar turnos y horarios para tener más horas efectivas de mantenimiento.
  • Reducir tareas de bajo valor que consumen tiempo pero no aportan al objetivo.
  • Incorporar personal temporal en periodos de alta demanda.
  • Mejorar la coordinación con producción para disponer de ventanas de intervención más eficientes.

En algunos casos, la mejor decisión puede ser reforzar el equipo o revisar la política de contratación de servicios externos.

4. Capacitar al personal técnico

Un equipo de mantenimiento bien formado ejecuta más trabajos en menos tiempo y con mejor calidad. La capacitación continua en:

  • Diagnóstico de fallas.
  • Procedimientos estandarizados.
  • Uso del CMMS y lectura de KPIs.

permite reducir el tiempo dedicado a cada tarea, lo que contribuye directamente a disminuir el backlog.

5. Automatizar y digitalizar procesos

La automatización ayuda a anticiparse a los problemas y reducir la acumulación de tareas:

  • Sensores e IoT para monitorear el estado de los equipos en tiempo real.
  • Alarmas que generan automáticamente órdenes de trabajo cuando se detecta una condición anómala.
  • Lectura digital de medidores y registros de inspección desde dispositivos móviles.

Todo esto fortalece el mantenimiento preventivo y predictivo, disminuyendo el volumen de correctivos urgentes que suelen inflar el backlog.

6. Externalizar parte del mantenimiento

Si después de analizar la definición de backlog de mantenimiento y aplicar mejoras internas el retraso sigue siendo muy alto, puede ser conveniente subcontratar parte de las tareas:

  • Trabajos especializados (calibraciones, inspecciones normativas).
  • Actividades repetitivas de bajo riesgo que consumen muchas horas.

La externalización permite al equipo interno concentrarse en los activos más críticos y en la planificación estratégica. ¿Quieres profundizar en cómo mejorar la gestión de activos en tu organización? Te invitamos a leer nuestro artículo: “Gestión de Activos Fijos en una Empresa: ¿Cómo Transformar el Mantenimiento en Valor?”.

Mantenimiento preventivo, correctivo y su relación con el backlog

El tipo de estrategia de mantenimiento aplicada influye directamente en el comportamiento del backlog:

  • Un enfoque excesivamente correctivo genera muchas órdenes de trabajo urgentes, que desplazan los preventivos y hacen crecer el backlog.
  • Un mantenimiento preventivo bien planificado reduce el número de fallas imprevistas y ayuda a mantener el volumen de tareas en niveles manejables.

La clave está en encontrar un equilibrio: ejecutar suficientes tareas preventivas para evitar averías graves, pero sin sobrecargar al equipo con intervenciones innecesarias. Un CMMS facilita este equilibrio al permitir ajustar frecuencias según el historial real de fallas y la criticidad de los activos.

¿Quieres aprender a implementar un mantenimiento preventivo realmente efectivo? Te invitamos a leer nuestro artículo: “Del Plan a la Acción: ¿Cómo Establecer un Programa de Mantenimiento Preventivo Exitoso?”.

La importancia de controlar el backlog de mantenimiento

La definición de backlog de mantenimiento va más allá de una simple lista de tareas pendientes: es un indicador estratégico que refleja la salud de la gestión de activos y la capacidad real del equipo de mantenimiento. Medir el backlog en horas o semanas de trabajo, entender su evolución y relacionarlo con la criticidad de los equipos es fundamental para prevenir riesgos operativos, optimizar costos y asegurar la continuidad del negocio.

En Simbiotecs, te ayudamos a transformar esos datos en decisiones concretas mediante un CMMS robusto, diseñado para controlar el backlog, priorizar intervenciones y fomentar un mantenimiento cada vez más planificado y eficiente. Si quieres llevar la gestión de tu backlog a un nivel superior, estamos listos para acompañarte en ese proceso.

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Ing. Eitan Hadjes

CEO de SimbioTecs, una empresa dedicada a ofrecer soluciones innovadoras y simples para la Gestión de Mantenimiento de Activos. Bajo su liderazgo, SimbioTecs se ha especializado en desarrollar software que permite a las empresas gestionar el mantenimiento de manera integral, eficiente y con un enfoque en la simplicidad.

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